La mayoría de los pedidos son inversiones privadas, ya que las empresas agrícolas y agrícolas han visto la perspectiva de desarrollar el mercado interno en medio del aumento del gasto de los consumidores internos.
En parte, el desarrollo del consumo interno está relacionado con los problemas con el transporte de hortalizas al extranjero y el bloqueo de las fronteras con los países occidentales por parte de los agricultores locales. Por eso se ha producido la reorientación de los productores hacia el mercado interno. De esta forma, los fabricantes ucranianos desplazan a los productos importados.
Las pérdidas totales causadas por la agresión rusa a las hortalizas almacenadas se estiman en aproximadamente 150.000 toneladas. Para 2023 se han construido 20.000 toneladas de capacidad. La mayoría de los almacenes de hortalizas están destinados al almacenamiento de cebollas (70%), zanahorias (15%) y patatas (15%). Los agricultores ya ordenaron en febrero la construcción de un almacén de hortalizas de 25.000 toneladas. Sin embargo, en la temporada alta, hasta principios de verano, estos pedidos podrían alcanzar hasta 40.000 toneladas.