Un comunicado del gobierno británico señaló que los ataques rusos desde julio han dañado o destruido al menos 26 instalaciones de infraestructura portuaria civil, almacenes, silos y ascensores, reduciendo la capacidad de exportación de Ucrania en aproximadamente un tercio. Esta cantidad de cereales sería suficiente para satisfacer las necesidades de alrededor de un millón de personas durante un año.
La agencia de inteligencia británica dijo que es poco probable que rutas alternativas de exportación de cereales coincidan con la ruta del Mar Negro.
«La retirada de Rusia de la Iniciativa de Granos del Mar Negro provocó una reducción de las exportaciones ucranianas, lo que es un esfuerzo evidente destinado a degradar la economía ucraniana y su capacidad para apoyar los esfuerzos militares», señalaron los oficiales de inteligencia.
Al mismo tiempo, Gran Bretaña llevó a cabo vuelos de observación y reconocimiento en el Mar Negro con el objetivo de «disuadir a Rusia de ataques ilegales a barcos civiles que transportan cereales».
Debido a esto, Gran Bretaña se prepara para celebrar el 20 de noviembre una cumbre de países que sufren los altos precios de los productos debido a la guerra desatada por Rusia.