La movilización en Ucrania ha provocado una importante fuga de personal de la economía ucraniana. Además, más de seis millones de personas han huido de la guerra y muchos hombres trabajan en la economía sumergida para evitar el servicio militar obligatorio.
Como señaló Bloomberg, el problema sólo empeorará a medida que continúe la invasión rusa y el ejército ucraniano tenga dificultades para mantener sus defensas. La economía de Ucrania, que ha perdido el 25% de su producción, corre el riesgo de debilitarse aún más.
El problema también afecta a los ucranianos comunes y corrientes. El Metro de Kiev decidió reducir el número de trenes debido a una «importante escasez» de trabajadores. Mykolaiv ya ha reducido los servicios de autobús debido a la movilización de los conductores, y la industria vial de Kiev carece de hasta el 30% de los trabajadores necesarios.
La movilización también ha afectado a las empresas de defensa, aunque se las reconoce como críticas y pueden proteger legalmente hasta el 100% de sus empleados contra el reclutamiento. Más de 40 de estas empresas pidieron a las autoridades que no movilicen a los empleados oficiales porque esto amenaza el cumplimiento de los contratos de defensa del Estado y afecta negativamente a la capacidad de defensa del Estado.