Las tareas principales y a corto plazo para los socios de Ucrania son ayudar a restablecer su capacidad de generación de energía antes del invierno y repeler la ofensiva rusa alrededor de Pokrovsk en la región de Donetsk. El debate sobre la perspectiva a mediano plazo no es tan unificado, en particular en relación con la incertidumbre que rodea a las elecciones presidenciales de Estados Unidos, escribe Bloomberg.
Como se ha señalado, un bando teme más la escalada de las amenazas de Putin si los aliados permiten a Ucrania utilizar las armas que han proporcionado en el interior de Rusia y está más inclinado a apoyar un avance hacia un acuerdo diplomático. Otra facción se opone a las conversaciones en el futuro cercano y quiere aumentar los suministros de armas a Ucrania. La división ilustra la frustración de larga data de Ucrania con la renuencia de sus aliados a proporcionar a Kyiv suficiente material militar para utilizarlo contra las fuerzas rusas.
Por el contrario, Moscú pudo aumentar su producción de misiles y munición de artillería. También recibe apoyo militar de países como Corea del Norte e Irán, así como tecnología clave de China necesaria para producir armas.