En una nota analítica publicada por el Instituto de Economía Mundial de Kiel se señala que, contrariamente a lo que se afirma sobre la enorme ayuda enviada a Ucrania, el apoyo militar alemán es bajo desde el punto de vista macroeconómico. Desde el comienzo de la agresión rusa, Alemania ha proporcionado 10.600 millones de euros en ayuda militar a Ucrania (unos 4.000 millones de euros al año, es decir, el 0,1% del PIB).
«Sin embargo, la finalización de esta ayuda y la victoria de Rusia pueden costar entre un 900% y un 1.900% más cada año. Para Alemania, estimamos que los costes serán de entre el 1% y el 2% del PIB al año», afirman los expertos.
Por tanto, Alemania tiene un interés económico directo en continuar, e incluso aumentar significativamente, su apoyo militar a Ucrania. Los tres factores principales que generarán altos costos adicionales tras la terminación del apoyo y la victoria de la Federación Rusa: la afluencia de nuevos refugiados, la consiguiente necesidad de Alemania de aumentar su contribución a la seguridad europea y los costos derivados de la interrupción del comercio y la pérdida de inversión directa en Ucrania.
Sin embargo, Moscú sólo se convencerá de iniciar conversaciones de paz serias si el régimen de Putin no tiene ninguna posibilidad de ganar.