The Economist señala que la economía ucraniana parece «más saludable» que la economía rusa después del inicio de la guerra a gran escala. La economía de Ucrania se ha reconstruido para hacer frente a las realidades de la guerra, pero sigue siendo un 25% menor que en 2021. Mientras tanto, el BNU pronostica un crecimiento del PIB del 4% en 2024 y del 4,3% en 2025. La moneda es estable y el tipo de descuento del 13,5% está cerca de su mínimo de 30 meses.
Sin embargo, el gasto estatal es mayor que los ingresos. Casi todo el déficit presupuestario ucraniano, de aproximadamente el 20% del PIB en 2025, se cubrirá con fuentes externas.
«Ucrania probablemente podrá sobrevivir sin la ayuda estadounidense en 2025. Sin embargo, si Estados Unidos se va, Ucrania puede estar en una situación difícil en 2026», sugieren los analistas.
En contraste, la tasa de descuento de Rusia es tan alta como 21%, los bancos parecen «frágiles» y se espera que el PIB crezca solo 0,5-1,5% en 2025. Sin embargo, en lugar de culpar a un entorno empresarial hostil de la guerra, la élite empresarial rusa está expresando su descontento con el Banco Central ruso.