Europa aún enfrenta desacuerdos sobre el uso de cientos de miles de millones de dólares en activos rusos congelados, que podrían servir como fuente de ayuda a Kyiv, incluyendo el nuevo paquete de apoyo militar estadounidense. Reemplazar la ayuda militar y financiera que recibía previamente de Washington costaría unos 45 000 millones de dólares anuales.
Una posible solución es otorgar a Kyiv estos fondos en forma de préstamos que Moscú solo pueda reembolsar si compensa los daños de guerra. Los costos de reconstrucción de Ucrania se estiman en 524 000 millones de dólares, por lo que un plan de este tipo podría implicar el uso de los aproximadamente 300 000 millones de dólares en activos rusos congelados que se encuentran en Europa.
Valerie Urben, directora general de Euroclear, el mayor depositario de Europa, argumenta que los planes de la UE de invertir los activos rusos congelados en instrumentos de mayor riesgo para aumentar los ingresos se considerarían una expropiación y aumentarían considerablemente los riesgos para el depositario, que posee 191 000 millones de euros en activos rusos. Urben cree que el plan solo puede funcionar si «en caso de que el banco central ruso solicite la restitución de los activos faltantes, alguien cubra esta cantidad».