La decisión de confiscar los activos rusos congelados en la UE no es unánime entre los países de la UE y es poco probable que se tome una decisión en marzo, dijo la jefa de política exterior de la UE, Kaja Kallas.
«Para ello necesitamos el apoyo de todos. Y hasta ahora no lo tenemos. El trabajo está en marcha», añadió.
Kallas cree que al final los países del bloque concluirán que Rusia, que inició la guerra en Ucrania, debe pagar por ella.
Francia, Alemania, Bélgica y Luxemburgo se oponen a la confiscación, al igual que Italia, España y el jefe de la Comisión Europea.
El presidente francés, Emmanuel Macron, declaró que los activos rusos no pueden ser confiscados porque contradicen el derecho internacional.
«Ya estamos utilizando el dinero de los activos congelados para garantizar los préstamos acordados por el G7. Tenemos 230.000 millones de euros de activos congelados en Europa, pero no son una garantía porque no son de nuestra propiedad», dijo.
Según Macron, la cuestión del posible uso de estos activos debería formar parte de las negociaciones de paz para poner fin a la guerra.