El 6 de marzo en Bruselas, los líderes europeos se comprometieron a aumentar significativamente el presupuesto de defensa del bloque. La presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, dio a conocer un plan para financiar el sector de defensa con 800.000 millones de euros, calificándolo de «momento decisivo» tanto para Europa como para Ucrania. El tema central de la cumbre fue la necesidad de mejorar las capacidades de defensa de Europa tras la decisión de Donald Trump de detener la ayuda militar a Ucrania y restringir el intercambio de inteligencia.
El primer ministro húngaro, Viktor Orban, no respaldó la declaración final de la cumbre sobre Ucrania, adhiriéndose a su postura prorrusa, pero los otros 26 líderes de la UE, incluido el primer ministro eslovaco, Robert Fico, expresaron un «fuerte apoyo» a Ucrania.
«No puede haber negociaciones sobre Ucrania sin Ucrania», afirmó la UE en una declaración conjunta, que se produjo en respuesta a los intentos de Trump de excluir a Kyiv del proceso de negociación.
Se prevé que el plan de Von der Leyen incluya préstamos por valor de 150.000 millones de euros, junto con normas presupuestarias más flexibles que podrían liberar 650.000 millones de euros adicionales para gastos militares. Sin embargo, los Estados miembros aún deben llegar a un acuerdo sobre estos mecanismos.