Surgieron diferencias de opinión entre la Comisión Europea y el Banco Central Europeo sobre el destino de los beneficios de la inversión de más de 200.000 millones de euros en activos congelados pertenecientes al banco central ruso.
Fuentes de Bloomberg dicen que el BCE advierte que las medidas propuestas podrían amenazar la estabilidad financiera de la eurozona y la liquidez del euro. En cambio, la Comisión Europea rechazó los argumentos del BCE y dijo que ya había surgido cualquier riesgo cuando los activos rusos se congelaron en febrero de 2022 tras la invasión rusa de Ucrania.
Hasta el momento, ninguno de estos temores se ha materializado. Los representantes de la Comisión Europea también enfatizaron que la propuesta de enviar una parte de las ganancias a Ucrania no afecta los activos en sí ni los requisitos del banco central ruso, ni afecta el papel de la UE en la custodia de valores. Los ministros de finanzas del G7 y la UE discutirán el tema al margen de la reunión del G20 el 16 de julio.