En enero, los países de la UE planean reanudar las discusiones sobre nuevas restricciones diseñadas para dañar la economía rusa. Será entonces cuando Hungría, el aliado más cercano de Moscú en la UE, complete su presidencia de seis meses del Consejo de la UE, y el Parlamento Europeo apruebe la nueva composición de la CE. El primer ministro húngaro ha utilizado la presidencia de su país para acallar de manera efectiva las conversaciones sobre sanciones.
«Esperamos que todos los problemas que se han convertido en rehenes del bloqueo no constructivo se resuelvan urgentemente», dijeron diplomáticos de la UE.
Además, a partir del 1 de enero, Polonia, uno de los partidarios más fuertes de Ucrania, asumirá la presidencia del Consejo de la UE. Varsovia ya ha señalado que quiere utilizar su mandato para intensificar la lucha contra los portadores de energía rusos.
Además, el primer ministro polaco dijo que el Plan Victoria de Ucrania será reevaluado después de las elecciones estadounidenses. Actualmente no hay consenso entre los líderes de la UE sobre el Plan, y es difícil decir cuán realista es, ya que depende de las elecciones presidenciales en Estados Unidos.