El 24 de junio, los países de la UE aprobaron el primer tramo de ayuda militar a Ucrania, alrededor de 1.400 millones de euros, que procederá de los ingresos de los activos rusos congelados. Los fondos se utilizarán para comprar directamente equipos como municiones y sistemas de defensa aérea. Una cuarta parte del importe se destinará a compras directas a la industria de defensa ucraniana.
Por su parte, el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, aclaró al comienzo de la reunión en Luxemburgo que este año se destinarán 2,5 mil millones de euros a armas para Ucrania con cargo a los ingresos de los activos rusos. La primera parte del importe estará disponible la próxima semana.
El jefe de la diplomacia de la UE también dijo que la UE ha desarrollado una forma legal de eludir el veto de Hungría a la compra de armas para Ucrania con los ingresos de los activos rusos. También podría despejar el camino para que el G7 conceda a Kiev un préstamo de 50.000 millones de dólares.
Al mismo tiempo, la preocupación de Estados Unidos y otros socios del G7 de que Hungría pueda bloquear la decisión de la UE de congelar los activos rusos ya ha provocado importantes retrasos en las negociaciones del préstamo.