Según Politico, Polonia proporciona a Ucrania ayuda militar, acoge refugiados y defiende sus intereses en la UE, pero mantiene una actitud negativa hacia las exportaciones agrícolas ucranianas, lo que ensombrece las próximas conversaciones para sustituir las medidas comerciales temporales por un acuerdo a largo plazo.
Polonia, Hungría y Eslovaquia están ignorando las órdenes de la UE de abrir sus mercados, con el riesgo de que Bruselas las emprenda. La medida subraya la renuencia de Polonia a cumplir plenamente las directivas de la UE, incluso bajo el supuesto liderazgo proeuropeo de Donald Tusk. Antes de las elecciones presidenciales de Polonia, Tusk tendrá que mantener una postura firme sobre las cuestiones agrícolas para atraer la atención de los agricultores y contrarrestar las críticas de la oposición.
Las próximas conversaciones comerciales se centrarán en la renovación de las cuotas libres de aranceles en virtud del actual acuerdo de libre comercio entre la UE y Ucrania. Se espera que durante las negociaciones Ucrania insista en la máxima liberalización comercial posible, pero Polonia probablemente preferirá un enfoque más restrictivo por temor al impacto negativo de los productos agrícolas ucranianos en sus agricultores.