Según los medios checos, más de 200.000 refugiados ucranianos que entraron en el país tras el inicio de la guerra ya han abandonado la República Checa. Estos refugiados se fueron a otro país de la UE o regresaron a casa.
En total 561.605 ucranianos solicitaron protección temporal en la República Checa. Al mismo tiempo, de los 359.000 ucranianos registrados, alrededor de 115.000 trabajan legalmente y pagarán entre 500 y 700 millones de euros en impuestos al presupuesto de la República Checa.
Mientras tanto, el Consejo de Distritos Alemanes pide una reducción de las prestaciones para los refugiados recién llegados de Ucrania. El Comité Superior de Distritos considera que los ucranianos no deberían recibir beneficios inmediatos de ciudadanía. En cambio, se les deberían ofrecer beneficios en virtud de la Ley de Beneficios para Solicitantes de Asilo. El Consejo de Distritos aboga por la transición de pagos en efectivo a prestaciones en especie y la introducción de un requisito de trabajo.
En Polonia, la mitad de la población está a favor de mantener el apoyo actual a los refugiados de Ucrania, pero casi el 40% está en contra.