Los objetivos iniciales pueden ser las posiciones rusas en la región de Kursk, donde actualmente están estacionados unos 10.000 soldados coreanos. Se cree que los ataques ATACMS son más efectivos que los drones ucranianos de largo alcance. Sin embargo, según algunos funcionarios occidentales, es poco probable que este desarrollo cambie radicalmente el curso de la guerra porque Rusia puede seguir moviendo sus armas más allá del alcance de los misiles.
Los analistas afirman que para que haya un efecto significativo, el permiso para atacar no debería aplicarse solo a la región de Kursk. Los socios occidentales deberían permitir a Ucrania utilizar armas occidentales para atacar objetivos en territorio ruso a lo largo de todo el perímetro de la frontera.
El secretario de prensa de Putin, Dmytro Peskov, calificó la autorización para atacar profundamente a la Federación Rusa con armas occidentales como «un nuevo giro en las tensiones» y «una situación cualitativamente nueva desde el punto de vista de la participación de Estados Unidos en este conflicto».
Después de la decisión de Estados Unidos, China pidió un alto el fuego rápido en Ucrania, diciendo que una solución política al conflicto está en interés de todas las partes.