A diferencia de la administración Trump, pocos en Europa creen que Moscú aceptará un alto el fuego. Un funcionario ucraniano cree que el principal objetivo de Rusia ahora es apoderarse de Odesa, ciudad que Putin considera históricamente rusa, y que sin ella, Ucrania perderá el acceso al Mar Negro.
Los funcionarios ucranianos piden cada vez más un alto el fuego en reuniones a puerta cerrada con aliados occidentales, aunque hace un año o dos tales peticiones se habrían considerado derrotistas. Los expertos afirman que la situación de las Fuerzas Armadas ucranianas en el frente está empeorando y podría volverse crítica para el otoño. Tanto el ejército ruso como el ucraniano están al borde del agotamiento.
«Pero aunque es probable que Rusia mantenga la intensidad de las operaciones durante un año más, Ucrania podría alcanzar su límite en seis meses si no recibe un apoyo militar significativo», señala el Financial Times.
Kyiv ha pedido urgentemente a Occidente que proporcione sistemas de defensa aérea Patriot estadounidenses y misiles HIMARS para sistemas MLRS. Sin embargo, algunos expertos occidentales creen que, a pesar de la reducción de los suministros militares y de las pérdidas, Ucrania podrá mantener la línea del frente durante el próximo año.