Como escribe el Financial Times, el Fondo Europeo para la Paz (FPE) necesita financiación adicional para que los países puedan recibir una compensación parcial por los costes del suministro de armas. Sin embargo, la financiación propuesta de 5.000 millones de euros se ha retrasado mientras los países discuten sobre cómo reformar el fondo para satisfacer mejor las necesidades de Ucrania y ayudar a la industria armamentista europea a satisfacerlas.
Un problema es que Alemania y otros países que están a favor de rechazar el modelo de Kyiv «argumentan que no lo necesitan». Berlín exige que el coste de las armas que suministra a Kyiv de forma bilateral se deduzca de su participación en el fondo. Los países más pequeños dicen que reduciría drásticamente el tamaño del fondo.
El próximo desafío es qué tan rápido el EPF pasará de reembolsar a los países a financiar contratos de armas. Los países con grandes industrias militares, como Alemania y Francia, están presionando para lograr cambios lo antes posible.