Según el Jefe de Inteligencia de Defensa de Ucrania, Kyrylo Budanov, los rusos se ven obligados actualmente a reducir el número de misiles en cada ataque de este tipo, pero aumentan el intervalo de tiempo entre ellos para mantener el nivel de intensidad. Según Budanov, Rusia tarda de seis a ocho semanas en producir el arma para un ataque con misiles. Al mismo tiempo, los recursos de la Federación Rusa para fabricar nuevos misiles son limitados y, además, hace mucho que cruzó el límite del 30% de existencias intactas. Para marzo, Rusia tendrá una situación crítica con todo tipo de municiones, incluso municiones de artillería, dijo Budanov. Agregó que Rusia comenzó con la tasa diaria de uso de municiones de artillería en el nivel de 60,000 piezas, ahora, este indicador ha disminuido significativamente y para marzo, no podrá superar las 15,000 por día.