Según Mykhailo Bno-Airiyan, Eurofasttrack no es sólo una opción política, sino una necesidad estratégica.
«Para Europa y los EE.UU., es una oportunidad única para consolidar a Ucrania en el espacio democrático occidental, reducir significativamente el riesgo de conflictos futuros y garantizar la estabilidad a largo plazo en Europa del Este. Además, ayudará a evitar un giro ideológico similar al que se observa actualmente en Georgia y, en parte, en Moldavia. Eurofasttrack no sólo tiene que ver con Ucrania, sino también con el fortalecimiento de todo el proyecto europeo», señaló Bno-Airiyan.
En su opinión, Estados Unidos, bajo el liderazgo de la nueva administración, tiene una oportunidad única de convertirse en un factor clave para el éxito de la integración europea de Ucrania, ya que puede ayudar a eliminar los obstáculos burocráticos y políticos que amenazan con retrasar el proceso. Además, la posición de Estados Unidos en las negociaciones con la Federación Rusa desempeñará un papel decisivo para reducir la posible resistencia rusa a la integración de Ucrania en la UE.
La integración europea de Ucrania no es simplemente un objetivo económico o político, sino un elemento fundamental de la paz, la estabilidad y la seguridad en la región.