La Fundación para la Defensa de las Democracias señala que el Kremlin planea gastar 145 mil millones de dólares de su presupuesto estatal total de 436 mil millones de dólares en defensa en 2025. Esto es más del 6,3% del PIB de Rusia y el nivel más alto del país desde la Guerra Fría. Además, los pagos adicionales relacionados con la guerra están dispersos en todo el presupuesto anual de Rusia. Por lo tanto, la verdadera carga sobre la economía rusa se acerca a un impresionante 10% del PIB.
Al mismo tiempo, el gobierno ruso se ve obligado a trabajar con un déficit que alcanzó los 34 mil millones de dólares en 2023 y está vaciando el Fondo Nacional de Riqueza. En 2021, su liquidez era de 117 mil millones de dólares, pero hoy es de solo 55 mil millones.
Una vez que el fondo se vacíe, Moscú tendrá que tomar medidas impopulares que conllevan riesgos para la estabilidad del régimen. Por lo tanto, para Europa y Estados Unidos esta es una oportunidad para ejercer aún más presión sobre Rusia: reducir el precio máximo del petróleo ruso a 30 dólares y endurecer las sanciones contra los compradores ilegales de China, India y Turquía.