Al atacar continuamente el sector energético de Ucrania durante dos años, Rusia, sin darse cuenta, ha acelerado la transición del país hacia fuentes de energía ecológicamente amigables. Debido a los ataques aéreos rusos, Ucrania ha perdido aproximadamente nueve de los 18 GW de capacidad de producción de energía que serán necesarios para el consumo máximo este invierno.
Los funcionarios del gobierno ucraniano están tratando de encontrar suficiente equipo en el extranjero para mantener bajo control los cortes de energía. Sin embargo, el gobierno también ha comenzado a comprar pequeñas turbinas de gas, que se espera generen entre 0,5 y 1 GW de capacidad. Miles de instalaciones de este tipo pueden aparecer en todo el país. Los expertos dicen que las plantas de energía eólica y solar harán mucho más difícil que los misiles rusos apunten al sistema energético.
Sin embargo, Ucrania enfrenta el problema de atraer inversores. El BERD señala que los principales actores internacionales «no estarán demasiado deseosos de invertir en Ucrania durante la guerra». Otro desafío es convencer a las compañías de seguros de que proporcionen cobertura para los riesgos de guerra. La implementación del plan de energía limpia requerirá costos financieros significativos y llevará mucho tiempo completarlo. Sin embargo, Ucrania debe iniciar este proceso de inmediato para prepararse para los próximos inviernos.