Como resultado del ataque ruso a Chernihiv el 19 de agosto, 148 personas resultaron heridas y siete murieron. La mayoría de las víctimas se encontraban en vehículos o cruzando la vía en el momento del impacto y regresaban de la iglesia. Más de 60 casas alrededor del epicentro de la huelga resultaron dañadas. El presidente Zelenskyy prometió una respuesta tangible a Rusia por el ataque a Chernihiv.
En la noche del 20 de agosto, se produjeron explosiones en la región de Moscú. El alcalde Sobyanin confirmó el ataque a la capital, pero según él, las defensas aéreas de Moscú repelieron el ataque. Esa misma noche, dos aeropuertos internacionales rusos, Vnukovo y Domodedovo, no aceptaron vuelos.
Además, un dron ucraniano también atacó Kursk y se estrelló contra el techo de la estación de tren hiriendo a cinco personas y provocando un incendio. Más tarde ese día, los funcionarios rusos anunciaron el derribo de tres drones sobre la región de Rostov, dos de los cuales cayeron en el territorio de una unidad militar.