Sin 50.000 millones de euros en ayuda de la UE y financiación adicional de Estados Unidos, Ucrania no podrá seguir luchando contra Rusia ni sostener por mucho tiempo su dañada economía.
«Esto es fundamental para nosotros, porque de ello depende la puntualidad y la integridad del gasto no militar», afirmó el jefe de la comisión de finanzas del Parlamento, Danylo Hetmantsev.
Según María Repko, alta directiva del Centro de Estrategia Económica, la realidad es que es imposible cubrir la parte no militar del gasto público con fuentes internas en un país en guerra, incluida la pérdida de territorios ucranianos tomados por Rusia, que representó una cuarta parte del PIB de su territorio.
«Si en 2023 discutimos otros riesgos, ahora todos los analistas coinciden en que el mayor riesgo este año es no recibir ayuda», afirmó Repko.
Sin ayuda y con los mercados crediticios internacionales cerrados, la única manera de que Kiev siga cumpliendo con sus obligaciones internas será imprimiendo dinero, dijo Repko.