El ritmo de recuperación de la economía ucraniana en 2023 superó las previsiones iniciales, y la locomotora del cambio positivo fue la capacidad de las empresas ucranianas para adaptarse a las difíciles condiciones de una guerra a gran escala, explicó el BNU.
En particular, las empresas pudieron ajustar rápida y eficientemente su producción y logística. Además, las condiciones climáticas han propiciado altos rendimientos. Aunque el cierre del corredor de cereales limita las exportaciones, la ampliación de rutas alternativas, principalmente a través de los puertos del Danubio, las respaldará.
Además, en Ucrania se preserva la estabilidad macrofinanciera. La inflación anual ha caído al 5,3% y un mercado cambiario y un sistema bancario estables crean la base necesaria para una mayor recuperación económica.
El BNU también afirmó que el gasto del presupuesto estatal en el ejército, apoyo social y proyectos de reconstrucción contribuye a la reactivación de la economía.
Según las previsiones del BNU, se espera que el PIB real crezca otro 3,6% en 2024, y en 2025, si se reducen los riesgos de seguridad, el crecimiento previsto del PIB puede acelerarse hasta el 6%.