Las pequeñas y medianas empresas (PYME) son la columna vertebral de la economía de Ucrania, ya que crean puestos de trabajo y proporcionan bienes y servicios muy necesarios. Debido a la guerra, los préstamos comerciales en Ucrania se han vuelto más reacios a asumir riesgos y las PYME carecen de acceso a la financiación necesaria para continuar sus operaciones y expandirse. Esta necesidad de financiación es particularmente aguda en el sector agrícola del país, que ha sufrido más de 80.000 millones de dólares en daños y otras pérdidas desde que comenzó la guerra.
Según el Director de Financiación de Proyectos Internacionales de la DFC, John Didiuk, el último compromiso de la DFC con Ucrania, una garantía de cartera de préstamos de 20 millones de dólares para el Piraeus Bank en Ucrania, desbloqueará 25 millones de dólares en nuevos préstamos bancarios para las PYME ucranianas, principalmente en la agricultura, para promover la actividad económica y el crecimiento.
El presidente del directorio del Piraeus Bank en Ucrania, Ioannis Kyriakopoulos, afirmó: “A pesar de los tiempos difíciles, nuestro compromiso de fortalecer la seguridad alimentaria y abordar el cambio climático sigue siendo firme. Nuestro objetivo es empoderar a los agricultores con todo el apoyo financiero necesario para que continúen con su trabajo esencial, demostrando resiliencia incluso en medio de la adversidad”.