Según un análisis de la UCI: «Teniendo en cuenta el deseo del BNU de devaluar y la mayor volatilidad del tipo de cambio, hemos revisado la previsión del tipo de cambio para finales de año a 42,3 dólares por dólar, en comparación con la previsión anterior de 40,7 dólares por dólar».
El tipo de cambio actual es principalmente un reflejo del efecto de las intervenciones del BNU y no del equilibrio entre la oferta y la demanda. Este enfoque dio lugar a una depreciación del 7% de la grivna en relación con el dólar desde que el BNU adoptó un régimen de tipo de cambio flexible. Se trata de una devaluación moderada, que no generó inconvenientes apreciables ni para la población ni para las empresas. También tuvo una contribución apenas perceptible a la inflación.
El alto nivel de reservas internacionales de Ucrania permite al BNU seguir comportándose de manera proactiva en el mercado de divisas. Según las estimaciones, las reservas crecerán hasta 45.000 millones de dólares a finales de año.
Se espera que la devaluación de la hryvnia siga siendo comparable al rendimiento de los instrumentos de ahorro de la hryvnia, que actualmente se sitúa entre el 11% (tasa sobre los depósitos en hryvnia después de impuestos) y el 16% (tasa según el OVDP anual).