Según el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), la deuda global alcanzó los 315 billones de dólares en el primer trimestre de 2024, casi tres veces más que el PIB mundial esperado de 109 billones de dólares en 2024. El mundo no ha visto una deuda de este tamaño desde la Guerra Napoleónica. Si la deuda mundial se dividiera entre todos los habitantes del planeta, cada persona debería alrededor de 39.000 dólares.
La deuda global de los hogares, que incluye hipotecas, tarjetas de crédito y deuda estudiantil, es de 59,1 billones de dólares. La deuda corporativa, que las corporaciones utilizan para financiar sus operaciones, es de 164,5 billones de dólares, y el sector financiero por sí solo representa 70,4 billones de dólares. La deuda pública, utilizada para financiar servicios y proyectos públicos, es de 91,4 billones de dólares.
Alrededor del 66% de la deuda mundial, 210 billones de dólares, está en manos de economías avanzadas, y Japón y Estados Unidos representan las mayores proporciones. La deuda de los mercados emergentes es de 105 billones de dólares. China, India y México son los mayores contribuyentes al crecimiento de la deuda entre los países de este grupo.