En la declaración de los líderes del G20 que fue adoptada al final de la cumbre en Río de Janeiro, hay sólo una mención a la guerra en Ucrania.
«Con respecto a la guerra en Ucrania, destacamos el sufrimiento humano y las consecuencias colaterales negativas de la guerra sobre la seguridad alimentaria y energética global, las cadenas de suministro, la estabilidad macrofinanciera y la inflación. Acogemos con agrado todas las iniciativas apropiadas y constructivas que apoyen una paz integral, justa y duradera, apoyando todos los objetivos y principios de la Carta de las Naciones Unidas para promover relaciones pacíficas, amistosas y de buena vecindad entre los pueblos», dice la declaración.
El FT señala que, a diferencia del documento preparado en la cumbre del G20 del año pasado en Nueva Delhi, el comunicado de este año no condena las amenazas nucleares de Rusia, ni exige el fin de los ataques a la infraestructura alimentaria y energética. Algunas delegaciones europeas abogaron por una redacción más dura para condenar a Rusia después de su último ataque masivo. Pero al final, estas demandas fueron abandonadas, temiendo que pudieran hacer descarrilar toda la declaración.