El 12 de septiembre, las fuerzas rusas iniciaron una contraofensiva en la región de Kursk, que actualmente está bajo el control de las Fuerzas Armadas de Ucrania. El Departamento de Defensa de Estados Unidos confirmó la información sobre el intento de contraofensiva rusa, calificando su escala de «insignificante».
Al mismo tiempo, Ants Kiviselg, jefe del Centro de Inteligencia de las Fuerzas de Defensa de Estonia, declaró que la contraofensiva rusa tuvo poco éxito. Según Kiviselg, Rusia, como antes, está llevando a cabo acciones ofensivas tácticas principalmente en la región de Donetsk en dirección a Pokrovsk, donde tienen lugar casi un tercio de todas las batallas.
Según el ISW, Rusia ha desplegado unidades adicionales en la región de Kursk y puede comenzar a redistribuir unidades de combate más experimentadas para apoyar sus contraataques actuales y futuras operaciones de contraofensiva. Sin embargo, todavía no hay indicios de que las fuerzas rusas hayan lanzado una contraofensiva coordinada a gran escala destinada a expulsar por completo a las fuerzas ucranianas de la región de Kursk.
Mientras tanto, las tropas ucranianas han cruzado recientemente la frontera rusa en una nueva zona de la región de Kursk, pero la escala de esta operación sigue siendo pequeña por el momento.