El 18 de septiembre, la Comisión Europea recomendó que la UE suspendiera alrededor de 7.500 millones de euros en fondos para Hungría debido a la retirada de Budapest de la democracia y el posible uso indebido del dinero de la UE, escribe The Washington Post. Durante casi 10 años, la CE ha acusado al primer ministro húngaro, Viktor Orbán, de desmantelar las instituciones democráticas, tomar el control de los medios de comunicación y violar los derechos de las minorías. Las preocupaciones de la comisión se centran en la contratación estatal y la ejecución de proyectos financiados por la UE. Se trata de violaciones y deficiencias sistemáticas y sistémicas en la contratación pública, asociadas a un altísimo número de licitaciones con un solo oferente. La CE recomendó que los estados miembros le den a Hungría hasta el 19 de noviembre para resolver estos problemas.