La semana pasada, representantes de 136 países, incluida Ucrania, apoyaron la Declaración sobre la introducción de un impuesto sobre la renta mínima global del 15%. El evento, denominado «histórico» y «el fin de la era del offshore», fue precedido por intensos esfuerzos diplomáticos de Estados Unidos y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).