Para lograrlo, los países de la UE solo tendrían que aumentar sus contribuciones en un 0,21% de su PIB anual combinado, de 44 000 millones de euros a 82 000 millones, según Christoph Trebesch, experto del Instituto de Economía Mundial de Kiel. Este aumento de la participación financiera no supondría una carga financiera excesiva para los países de la UE.
«No hablamos de cantidades enormes. En el contexto del presupuesto general, se trata más de una partida secundaria que de un esfuerzo significativo», señaló Trebesch.
Hizo hincapié en que las instituciones de la UE y las cinco principales economías de la región (Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y España) podrían desempeñar un papel clave en la implementación de esta medida.
Trebesch llamó la atención sobre el desequilibrio existente en las contribuciones a Ucrania: Dinamarca ha asignado casi el 2,5% de su PIB, mientras que el Reino Unido solo ha enviado el 0,5% y Alemania el 0,1%. Estados Unidos sigue siendo el principal proveedor de armas modernas, en particular de sistemas HIMARS y misiles Patriot, que son difíciles de sustituir.
Según el experto, Europa debería trabajar más activamente para fomentar la cooperación entre su complejo militar-industrial y los fabricantes de armas de Ucrania.