Dada su fortaleza económica, la UE puede destinar alrededor de 250.000 millones de euros cada año a la defensa. Este gasto, que representa el 1,5% del PIB de la UE, permitiría a Europa movilizar a unos 300.000 soldados para contrarrestar la agresión rusa. Los expertos militares recomiendan aumentar el gasto europeo en defensa al 3,5-4% del PIB anual desde el 2% actual. La mitad de este gasto podría financiarse mediante una deuda europea común para adquisiciones conjuntas, mientras que el resto podría cubrirse a nivel nacional. Para apoyar a 50 brigadas adicionales, Europa necesitaría 1.400 nuevos carros de combate y 2.000 vehículos de combate de infantería.
Cabe señalar que la Federación Rusa puede tener la capacidad militar para atacar a los países de la UE en los próximos tres a diez años, por lo que es crucial seguir apoyando a Ucrania para disuadir nuevas agresiones.
Al mismo tiempo, la OTAN pretende construir un sistema de oleoductos por 21.000 millones de euros desde Alemania a Polonia y la República Checa hasta 2035 para garantizar el suministro rápido de combustible de aviación para aviones de combate en caso de una guerra con Rusia.