44 países europeos han acordado la introducción de medidas contra la llamada flota sombra de la Federación Rusa, que se utiliza para eludir las restricciones internacionales. El «llamado a la acción» conjunto tiene como objetivo perturbar la flota de unos 600 buques que la Federación de Rusia utiliza para transportar aproximadamente 1,7 millones de barriles de petróleo por día.
«Hemos enviado un mensaje claro a quienes apoyan los intentos de Putin de evitar sanciones: no permitiremos que la flota rusa en la sombra pase libremente por aguas europeas y ponga en peligro nuestra seguridad», dijo el gobierno británico.
Al mismo tiempo, el Financial Times escribe que la demanda frenética ha provocado un aumento de los precios de los viejos petroleros, ya que compradores secretos sospechosos de tener vínculos con Moscú han comenzado a acumular docenas de buques aptos para transportar gas natural licuado. Esto indica que Moscú se está preparando para endurecer las restricciones al GNL.
A partir del segundo trimestre de 2023, más de 50 buques de GNL cambiaron de propietario a empresas de los Emiratos Árabes Unidos.