Esta semana en Luxemburgo, la Secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, tiene la intención de alentar a los funcionarios europeos a tomar medidas concretas para confiscar los intereses acumulados sobre 200.000 millones de dólares que Rusia mantiene en bancos europeos.
Al mismo tiempo, la administración Biden también está buscando otros métodos no tradicionales de apoyo financiero a Ucrania en medio de los problemas con la aprobación por parte del Congreso de nuevos programas de ayuda.
Como afirmó el jefe del BNU, Andriy Pyshnyi, la cuestión del debilitamiento de las capacidades financieras de Rusia debe abordarse desde diferentes ángulos. Se deberían añadir nuevas herramientas, en particular la posibilidad de utilizar los ingresos de los activos congelados para reconstruir Ucrania.
«Es necesario actuar desde todos los lados: mediante la aplicación de nuevas sanciones, la retirada de la Federación Rusa del mercado financiero internacional y la terminación de su membresía en organizaciones internacionales», dijo Pyshnyi.