La administración Biden se inclina a aceptar que es necesario proporcionar armas a Kiev para la tarea de atacar Crimea, informa el NYT. La posición de EE. UU. sobre el tema se suavizó después de que la administración Biden se convenciera de que si el ejército ucraniano demostraba a Rusia que su control de Crimea estaba bajo amenaza, fortalecería la posición de Kyiv en futuras negociaciones. Además, se han disipado los temores de que el Kremlin tome represalias con armas nucleares tácticas, aunque persisten los riesgos. Ahora, la administración Biden está considerando uno de sus movimientos más audaces hasta el momento: ayudar a Ucrania a moverse para recuperar la península. Los funcionarios estadounidenses están discutiendo con sus homólogos ucranianos el uso de armas suministradas por Estados Unidos, desde sistemas de misiles HIMARS hasta vehículos de combate Bradley, para estos fines. Sin embargo, Biden aún no está listo para proporcionar sistemas de misiles de largo alcance.