Según Reuters, restaurar el papel de Rusia en el mercado europeo del gas se considera un componente potencial de un acuerdo de paz con Putin, y la participación de Estados Unidos en este proceso podría aliviar la resistencia política en Europa, al tiempo que otorga a los estadounidenses cierto control sobre el volumen de gas ruso que recibirá Europa.
Se están considerando varias opciones para la participación estadounidense: inversiones en Nord Stream y el sistema de transporte de gas ucraniano, una participación en Gazprom y la participación de empresas estadounidenses como compradores intermediarios. Gazprom incluso está contemplando ofrecer a los clientes alemanes contratos a corto plazo de 24 meses con importantes descuentos, en lugar de los tradicionales acuerdos plurianuales.
La participación de Rusia en el mercado europeo del gas ha caído del 40% al 19% en tres años, lo que ha afectado significativamente a la economía rusa. Seis países de la UE continúan comprando gas a Rusia: Hungría y Eslovaquia reciben gas a través del gasoducto TurkStream, mientras que Bélgica, Francia, Países Bajos y España compran GNL a la rusa Novatek mediante contratos a largo plazo.