El enviado especial del presidente estadounidense Donald Trump, Steve Witkoff, entregó una propuesta de alto el fuego en Ucrania al dictador ruso Putin, con el acuerdo de las capitales europeas. Esta iniciativa marca el punto álgido de la política de la administración Trump hacia Moscú e incluye varias concesiones a favor de Rusia, sin proponer un acuerdo de paz completo.
El plan estadounidense sugiere un alto el fuego sin una resolución legal del conflicto, la congelación del control sobre los territorios ocupados durante 49 o 99 años, un levantamiento gradual de las sanciones y la posibilidad de reanudar la cooperación energética con Rusia. Sin embargo, el plan carece de garantías de que la OTAN no se expandirá, una exigencia clave de Rusia, y no contempla el fin del apoyo militar a Ucrania, que, según se informa, no enfrentó objeciones por parte de Moscú. Las declaraciones de líderes europeos indican que un acuerdo podría estar cerca.
Cabe destacar que el primer ministro polaco, Donald Tusk, observó indicios que apuntaban al fin de la guerra, y el presidente checo, Petr Pavel, insinuó que perder una parte de su territorio podría ser aceptable para Ucrania a fin de mantener su soberanía. El ministro de Asuntos Exteriores polaco, Radosław Sikorski, reconoció con cautela la posibilidad de reanudar la cooperación energética con Rusia después de que termine el conflicto.