La administración Biden está considerando prohibir la importación de uranio enriquecido desde Rusia. Bloomberg escribe que las negociaciones están en curso, pero aún no se ha tomado ninguna decisión.
Los datos del Departamento de Energía de Estados Unidos muestran que Rusia ha entregado casi el 25% de su uranio enriquecido a Estados Unidos, lo que la convierte en el principal proveedor extranjero. Esas ventas generan a Rusia alrededor de mil millones de dólares al año, y la Casa Blanca ha dicho que la dependencia del uranio ruso «presenta riesgos para la economía estadounidense».
Los países del G7 acordaron trabajar para reducir su dependencia de los productos rusos para sus necesidades de energía nuclear.
Al mismo tiempo, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha permitido transacciones con bancos rusos, incluidos VTB, Central Bank, Sberbank y Alfa-Bank, para liquidaciones en el sector energético hasta el 1 de noviembre de 2024. Transacciones relacionadas con la extracción, producción y procesamiento, la licuefacción, el transporte o la compra de petróleo y varios otros recursos energéticos, incluidos el GNL, la madera, el carbón y el uranio, se considerarán relacionados con la energía.