Según el Centro de Estrategia Económica, la proporción de capital constructivo privado nacional en Ucrania es de alrededor del 22%, mientras que el capital corrosivo es de alrededor del 46%.
El capital corrosivo representa flujos de capital opacos y sin orientación de mercado, que pueden utilizarse para ejercer presión política con el fin de influir en las esferas económica y social. Casi la mitad de todo el capital corrosivo fluye a través de las empresas de los oligarcas. El resto proviene de empresas con orígenes de capital opacos, que violan las reglas de competencia o están diseñadas para evadir el pago de impuestos.
El capital corrosivo domina los sectores industriales de la economía. Por el contrario, el capital constructivo se origina en un negocio que se gestiona eficazmente y sirve a fines transparentes, orientados al mercado y legítimos. Este tipo de capital está muy extendido en áreas donde la influencia oligárquica es pequeña, a saber, TI, comercio minorista, etc.
Otros capitales incluyen la propiedad estatal y comunal (20%) y el capital extranjero constructivo (12%).
Según los expertos, la expansión del capital constructivo a otros sectores económicos creará requisitos previos para un crecimiento económico más rápido, logrado mediante el establecimiento de reglas uniformes para todos los participantes del mercado y una desregulación a gran escala.