A principios de 2022, las empresas prácticamente habían dejado de contratar personal y la gente no buscaba trabajo. Según las estimaciones del FMI, las pérdidas totales de Ucrania ascendieron al 35% del PIB y muchas empresas pararon sus actividades o se fueron. Por ejemplo, entre 2022 y el primer trimestre de 2024, cerraron en Ucrania 1.261 empresas agrícolas, uno de los sectores que más ha sufrido.
Sin embargo, a pesar de los ataques con misiles y los problemas con el suministro eléctrico y la logística, el número de empresarios individuales ha aumentado un 12% solo en el último año y las empresas ucranianas evalúan positivamente sus perspectivas de actividad económica. El número de empresas que comenzaron a trabajar en los mercados internacionales aumentó del 4% al 17% en 2023. Otro 14% de las empresas planeaban ampliar su negocio y el 27% pensaba entrar en nuevos mercados este año.
En 2023, las empresas ucranianas habían recibido 4.000 millones de euros de socios internacionales, incluida financiación directa, subvenciones y seguros contra riesgos de guerra.