Según la comunidad occidental, este modelo representa el escenario más probable para poner fin a la fase caliente de la guerra en Ucrania y evitar una nueva, escribe el FT. Según este plan, Rusia conservaría el control de facto sobre los territorios ocupados, pero estos seguirían siendo considerados territorios legítimos ucranianos, que podrían ser devueltos por vía diplomática cuando surja la oportunidad.
El ex secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, insinuó que el carácter incompleto de la guerra y la ocupación parcial de Ucrania no se convertirán en un obstáculo infranqueable para la adhesión plena de Ucrania. Stoltenberg recordó la situación con Japón: las garantías que le dio Estados Unidos no se aplican a las islas Kuriles ocupadas. Del mismo modo, sólo Alemania Occidental recibió protección tras su adhesión a la OTAN en 1955.
La adhesión «parcial» de Ucrania a la OTAN es un escenario de victoria condicional alcanzable: Ucrania recibirá protección, libertad y la oportunidad de desarrollarse, mientras que Rusia permanecerá aislada.