El jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, está abandonando sus planes de desarrollar un fondo de ayuda militar de cinco años y 100 mil millones de euros para Ucrania después de enfrentar la oposición de otros aliados.
En cambio, se está considerando una nueva propuesta con el apoyo de los ministros de defensa de los países miembros de la OTAN. Los miembros de la Alianza se comprometerán a gastar al menos 40.000 millones de euros al año para ayudar a Ucrania. La OTAN determinará los objetivos de donación para cada país en función de un porcentaje de su PIB. Estados Unidos representará alrededor del 50% de la ayuda. Si bien el nuevo plan no implicará dinero nuevo, dará a Kyiv más previsibilidad en términos de apoyo.
Además, en la cumbre de la OTAN de julio, planean presentar un plan para crear un nuevo puesto de alto representante civil dentro de la OTAN que estará destinado en Ucrania, similar al puesto que la OTAN estableció en Afganistán durante su presencia de 20 años allí. El nuevo enviado coordinará el apoyo de la Alianza a Ucrania, en particular el flujo de ayuda militar a Kyiv desde varios países occidentales.