El 9 de mayo, el primer ministro holandés, Mark Rutte, durante una reunión con el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, quien se muestra crítico con el suministro de armas a Kiev, enfatizará la necesidad de proteger a Ucrania de la agresión rusa.
Rutte dijo que le explicaría a Lula por qué el tema de apoyar a Ucrania es «existencial» para los Países Bajos, Europa y más allá, ya que la invasión rusa ha puesto en riesgo los valores occidentales.
Rutte también informa que el gobierno holandés y sus socios europeos están considerando la posibilidad de proporcionar a Ucrania aviones de combate F-16. En particular, se están llevando a cabo discusiones activas con Dinamarca, Gran Bretaña, varias otras partes en Europa y los EE. UU. Sin embargo, todos los socios deben estar de acuerdo primero, como con obuses Panzer y tanques Leopard.