Durante una reunión en Washington, los líderes de Estados Unidos y Gran Bretaña confirmaron su apoyo inquebrantable a Ucrania y condenaron también la cooperación de Rusia, Irán, Corea del Norte y China. Starmer dijo después de la reunión que no había una decisión final sobre si se permitirían ataques de largo alcance desde Kyiv contra Rusia, pero insinuó que podrían producirse más avances en la reunión de la Asamblea General de la ONU a finales de este mes.
Mientras tanto, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, dijo que su país apoya el derecho de Ucrania a atacar objetivos militares en territorio ruso con armas de largo alcance. Subrayó que «Ucrania debe ganar la guerra contra Rusia» y prometió más apoyo.
Los ministros de Asuntos Exteriores de Finlandia y Suecia subrayaron en una reunión informativa conjunta en Helsinki que sus países no introdujeron ninguna restricción al uso de sus armas para llevar a cabo ataques en territorio ruso, pero que las armas deben usarse de acuerdo con el derecho internacional.