Tras la segunda ronda de conversaciones de emergencia entre los líderes europeos y canadienses celebrada el miércoles, organizada por el presidente francés Emmanuel Macron, el jefe de Estado de Lituania, Gitanas Nauseda, instó a los aliados a tomar medidas decisivas para apoyar a Ucrania y reforzar la seguridad europea. Los puntos clave de su plan incluyen:
- Europa debería confiscar los activos rusos congelados almacenados en la UE e imponer aranceles a las importaciones procedentes de Rusia y Bielorrusia.
- Se deben proporcionar a Ucrania garantías de seguridad sustanciales y la adhesión a la OTAN sigue siendo una posibilidad.
- Rusia debe rendir cuentas por sus crímenes de guerra y las sanciones deben permanecer vigentes hasta que cese la agresión.
- Existe una necesidad urgente de invertir en el suministro de armas, incluida una inversión de 10.000 millones de euros en el complejo industrial-defensivo de Ucrania.
- La adhesión acelerada de Ucrania al bloque debería tener como fecha prevista el año 2030.
La primera ministra estonia, Kristen Michal, expresó propuestas similares: «Europa debe seguir centrada y actuar ahora. Tenemos las herramientas –sanciones, aranceles y activos congelados– para mantener la máxima presión. No daremos marcha atrás y apoyaremos a Ucrania».