Tras el ataque a Ucrania, se prohibieron las operaciones petroleras de la UE con Rusia. Sin embargo, según el Süddeutsche Zeitung, aunque el petróleo ruso ya no se puede importar a Alemania, la principal oficina de aduanas del país emitió a principios de septiembre una directiva para el paso «sin obstáculos» del petróleo para Rosneft Deutschland. Esta directiva permitió efectivamente a la división alemana de Rosneft importar petróleo crudo sin controles adicionales para detectar una posible evasión de sanciones. Se supone que Alemania exporta petróleo de Kazajstán, pero el yacimiento kazajo pertenece a la empresa rusa Lukoil.
Al mismo tiempo, a algunas organizaciones alemanas se les ocurrió la idea de acelerar el desarrollo de las exportaciones de biogás de Ucrania a la UE para reducir la dependencia del gas ruso, escribe Deutsche Welle. Se pide el desarrollo inmediato de esta industria, a pesar de la amenaza de bombardeos. Los analistas creen que el enemigo no está interesado en las plantas de biogás, lo que puede ayudar a convencer a los inversores a invertir, principalmente porque la construcción de estas instalaciones no es cara.