En el campo de entrenamiento de Libava en la República Checa, el primer grupo de militares ucranianos completó su entrenamiento como parte de la misión EUMAM de la Unión Europea. Según el comandante de las fuerzas terrestres del ejército checo, Roman Nahonchyk, durante el curso de entrenamiento de tres semanas, varios cientos de soldados ucranianos practicaron habilidades básicas, principalmente disparar con armas automáticas y conducir vehículos de combate de infantería. El programa de formación también incluía la transferencia de experiencia en ataque, defensa o planificación de movimientos. Nakhonchyk también señaló que los militares checos y ucranianos intercambiaron experiencias personales relacionadas con situaciones del campo de batalla.