El nuevo jefe del gobierno polaco, Donald Tusk, criticó las acciones del gobierno actual y dijo que solucionará inmediatamente el problema del bloqueo del transporte de carga en la frontera con Ucrania. A partir del 13 de diciembre encabezará oficialmente el gobierno y podrá participar en la cumbre de la UE en Bruselas.
En cuanto a la posibilidad de influir en el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, en su posición respecto a Ucrania, Tusk dijo que el gobierno húngaro ha «cambiado abiertamente a posiciones rusas», por lo que sus posibilidades de convencer al líder húngaro son limitadas.
En este contexto, la UE se está preparando para apoyar financieramente a Ucrania, incluso si Hungría lo veta. Si Orbán veta el paquete de ayuda de 50.000 millones de euros, el bloque puede asignar una cantidad menor durante un período más corto, o los otros 26 países de la UE pueden ampliar sus contribuciones nacionales de forma bilateral a favor de Kiev.