Los países del G7 y la UE están estudiando formas de aumentar la presión sobre los bancos de terceros países que ayudan a la Federación de Rusia a eludir las sanciones. Actualmente se están debatiendo restricciones dirigidas a los acreedores de terceros países que utilizan el sistema de mensajería financiera del Banco Central de la Federación de Rusia, similar a SWIFT, para eludir las restricciones comerciales. El año pasado, el uso del sistema casi se triplicó en comparación con 2022. Actualmente lo utilizan más de 150 bancos extranjeros en 20 países, incluidos China, Bielorrusia, Armenia, Tayikistán y Kazajstán.
El G7 ha considerado durante mucho tiempo una prioridad impedir que Rusia obtenga tecnologías clave que se utilizan para producir armas o garantizar su producción. Sin embargo, Rusia ha logrado eludir muchas de estas restricciones importando bienes prohibidos a través de terceros países como China, Turquía, los Emiratos Árabes Unidos y países de Asia Central, a menudo a través de redes de intermediarios en diferentes jurisdicciones.